At Brackenridge High School, right before Spring Break, Megan Caruso’s biology classes finished their exams early. Since no one had to do any makeup work, she asked her classes, “Do you guys want to plant some seeds?”
They did.
Caruso and her students carefully started peas, beans, peppers, carrots, lettuce, tomatoes, rye, cucumbers and squash in little sponges in plastic cups, and left them to germinate in water over the break.
When they got back was when the magic really happened.
“It was interesting to see my kids re-route themselves as things started growing, so they could check it out every day,” Caruso said. “It’s been really sweet seeing how they became passionate about it. It’s inspired so much love of plants in students who didn’t realize they liked plants before.”
Caruso was one of 16 educators to receive OPCOM vertical hydroponic grow walls for their classrooms this spring, bringing the excitement of space-efficient, pesticide-free gardening to the classroom. The grow walls and supplies, which retail at about $1,000 each, were funded by the SAISD Foundation to provide the opportunity to create engaging lessons about ecology, sustainability, agriculture and culinary arts.
The teachers received training on their walls from Educational Technology and Extended Learning, with support from the Career and Technical Education and Science departments. From that point, they were able to use them in the way that best fit their content areas.
Caruso has used her plants to make her lessons on biology more tangible. They’ve learned about tropisms, parts of the flower, and ecology. They’ve also learned, in the absence of pollinator insects, how the process works.
“They can see it and do it and act as the pollinator,” Caruso said.
Some of the interested students in her classes want to start a plant club next year. Caruso plans to germinate seeds over the summer to start with seedlings in the 75-unit grow wall on the first day of school.
At Rogers Middle School, which also received a grow wall this spring, seventh graders in life science got to plant seeds for the wall and learn how to maintain the balance of the nutrients and chemistry in the water.
“Students learned how to use the pH indicator tests,” teacher Christine Beltran said. “They think that’s the coolest thing. It’s pushed their thinking a little bit, making connections between vocabulary and physical items.”
Beltran said in addition to the critical thinking skills the wall gives her students, it has also served as an effective classroom management tool.
“It gives them confidence that I trust them,” she said.
Rogers is planning to use their grow wall with eighth grade science next year, bridging and reviewing some of the material from seventh grade science.
“I hope to incorporate it as a review next year,” eighth grade teacher Jeff Lim said. “I like to make sure science is hands-on and give students an opportunity to practice their processes: observations, measuring, and problem solving.”
This spring’s group followed an initial cohort of 17 who received grow walls sponsored by the Foundation and H-E-B in Spring 2021.
The Young Women’s Leadership Academy’s sixth grade science teacher, Joy Tuxhorn, was part of that initial group, using her grow wall to engage her smaller number of students on campus during 2020-2021's hybrid learning.
Now, YWLA has an additional wall for seventh grade and another one for biology. Tuxhorn says they use the grow walls in tandem with outdoor soil gardens to make observations and predictions about variables.
“It allows them to think about their food pathways,” Tuxhorn said. “Where’s our food coming from? How long does it have to travel? If it has to travel that far, what do you think has to happen to that lettuce or that tomato or that herb to make it so that it stays fresh?”
As the SAISD Foundation is making hydroponic grow walls possible on more campuses, they are giving students across the district not only lessons in biology and botany, but also confidence in trying new interests, like gardening.
“It’s a skill you pick up,” Brackenridge ninth grader Adrienne Perez said. “You don’t need any former knowledge; you learn everything here. You don’t know what you’re doing until you actually try.”
The partnership is continuing to bring on new campuses as funding is available. SAISD campuses interested in bringing this program to their students can email the SAISD Foundation.
La hidroponía financiada por subvención hace que las ciencias cobren vida
En Brackenridge High School, justo antes de las vacaciones de primavera, las clases de bilogía de Megan Caruso terminaron sus exámenes temprano. Ya que nadie tenía trabajo pendiente, les preguntó a sus clases: “¿Quieren plantar algunas semillas?”
Contestaron que sí.
Caruso y sus estudiantes colocaron semillas de chícharos, frijoles, pimientos, zanahorias, lechuga, tomates, centeno, pepinos y calabacín en pequeñas esponjas dentro de vasitos de plástico, y los dejaron germinar en agua durante las vacaciones.
Al regresar fue cuando realmente comenzó la magia.
“Fue interesante ver que a medida que las semillas comenzaron a crecer, los estudiantes hacían todo lo posible por verlas todos los días”, dijo Caruso. “Ha sido muy lindo ver lo apasionados que se sienten sobre ello. Ha inspirado mucho amor por las plantas en los estudiantes que antes no sabían que les gustaban las plantas”.
Caruso fue una de 16 educadores que recibieron paredes hidropónicas OPCOM para sus salones esta primavera, lo cual le permitió brindar la emoción de la jardinería libre de pesticidas y que ahorra espacio a su salón. Las paredes hidropónicas y los materiales, que cuestan alrededor de $1,000, fueron financiados a través de la Fundación de SAISD para proporcionar la oportunidad de crear lecciones interesantes sobre la ecología, sostenibilidad, agricultura y artes culinarias.
Los maestros recibieron capacitación para usar sus paredes por parte del Departamento de Tecnología Educativa y Aprendizaje Extendido, con apoyo de los departamentos de Educación Técnica y Profesional y de Ciencias. A partir de ese punto, pudieron utilizarlas de la forma que mejor se ajustara a sus áreas de contenido.
Caruso ha utilizado sus plantas para lograr que sus lecciones de biología sean más tangibles. Han aprendido sobre tropismos, las partes de la flor y la ecología. También han aprendido, con la falta de los insectos polinizadores, cómo funciona el proceso.
“Ellos pueden verlo y hacerlo y actuar como los polinizadores”, dijo Caruso.
Algunos de los estudiantes de sus clases que están interesados quieren empezar un club de plantas el año que entra. Caruso tiene pensado germinar semillas durante el verano para comenzar con plántulas en la pared hidropónica de 75 unidades el primer día de clases.
En Rogers Middle School, que también recibió una pared hidropónica esta primavera, los estudiantes de séptimo grado en la clase de ciencia de la vida pudieron plantar semillas para la pared y aprender cómo mantener el balance de nutrientes y la química del agua.
“Los estudiantes aprendieron cómo usar las pruebas de indicador de pH”, dijo la maestra Christine Beltran. “Para ellos es muy genial. Ha ampliado su pensamiento un poco al lograr que formen conexiones entre el vocabulario y los artículos físicos”.
Beltran dijo que además de las habilidades de pensamiento crítico que les ofrece la pared a sus estudiantes, también ha servido como una herramienta eficaz para la administración del salón.
“Les da confianza que yo confíe en ellos”, dijo ella.
Rogers tiene pensado usar su pared hidropónica con las clases de ciencias de octavo grado el año que entra, de forma que podrán crear conexiones y revisar parte del material de la clase de ciencias de séptimo grado.
“Espero incorporarlo como un repaso el año que entra”, dijo el maestro de octavo grado Jeff Lim. “Me gusta asegurarme que la ciencia sea práctica y darles a los estudiantes una oportunidad de practicar sus procesos: observaciones, medidas y resolución de problemas”.
El grupo de la primavera siguió en los pasos de un grupo inicial de 17 estudiantes que recibieron paredes hidropónicas patrocinadas por la Fundación y H-E-B en la primavera de 2021.
Joy Tuxhorn, maestra de ciencias de sexto grado en Young Women´s Leadership Academy, fue parte de ese grupo inicial y utilizó su pared hidropónica para lograr la participación de la cantidad reducida de estudiantes en la escuela durante el aprendizaje híbrido en el año escolar 2020-2021.
Ahora, YWLA tiene una pared adicional para séptimo grado y otra para bilogía. Tuxhorn dice que utilizan las paredes de crecimiento junto con los jardines al aire libre para hacer observaciones y predicciones sobre los variables.
“Les permite considerar sus vías alimenticias”, dijo Tuxhorn. “¿De dónde viene nuestra comida? ¿Cuánto tiempo tarda el transporte? Si tiene que viajar tan lejos, ¿qué creen que debe suceder con esa lechuga, o ese tomate o esa hierba para que permanezcan frescos?”.
A medida que la Fundación de SAISD hace que las paredes hidropónicas estén disponibles en más escuelas, les están dando a los estudiantes en todo el distrito no solo lecciones de biología y botánica, sino también confianza al probar nuevos intereses, como la jardinería.
“Es una habilidad que se aprende”, dijo la estudiante de noveno grado de Brackenridge, Adrienne Perez. “No es necesario el conocimiento previo; se aprende todo aquí. Uno no sabe lo que está haciendo hasta que lo prueba”.
La asociación continúa agregando escuelas a medida que está disponible el financiamiento. Las escuelas de SAISD que estén interesadas en ofrecerle este programa a sus estudiantes pueden
enviar un correo electrónico a la Fundación de SAISD.